En tres minutos de homilía Mons. Carlos Castillo hizo un prolífico acopio de afirmaciones sorprendentes y que, lejos de llenarnos de “amistad social”, nos llenan de deseos de evangelizar, aunque “a destiempo” para muchos.
- “Las religiones” son equivalentes en su concepto de misericordia (incluyendo el islam).
- La marcha del “bicentenario” no tuvo ningún fin político. (se lo dejo a los politólogos…o al sentido común…)
- Los jóvenes marcharon por misericordia.
- Inti y Bryan murieron porque actuaron con ternura.
- Cristo dijo que si somos tiernos las cosas se arreglan.
- Cita a “un poeta”. Se trata del poema “Me queda la palabra” de Blas de Otero (+1979), poeta español engagée (poeta social) que renegó de sus principios cristianos. Iguala “la palabra” a la que se refiere Blas de Otero con “La Palabra” Divina, el Verbo de Dios.
Según dice Mons. Castillo, Jesús mostró entrañas de misericordia porque no mató a sus enemigos, sino que decidió morir por ellos. Actuar desde las entrañas de misericordia, no es algo propio del cristianismo sino de todas las religiones (incluyendo el islam).
Dice: “…los jóvenes, desde el corazón más profundo de su ser dijeron ‘no podemos permitir que el país se vaya al caos’… nunca tuvimos una movilización que nunca tuvo un fin político…por eso es que el 86% de la población peruana estaba de acuerdo con que ese día salieran a las calles [y como la mayoría lo dice, está bien].. y dos se esas ramas tiernas murieron, Bryan e Inti…nos recuerdan a nosotros la ternura con las que tenemos que actuar…se someten las ambiciones al deseo profundo de… amistad social… el Señor se despide diciendo a sus discípulos “No se preocupen, sean tiernos y las cosas se arreglan”.
Pero Jesús no nos dijo “sean tiernos”, sino…
- Lc 12,49: “He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!”
- Lc 12,51: “¿Creéis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división.”
- Jn 12,32: “ Y yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí.”
- Lc 11,23: “El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama”
- Jn 15,19: “Su fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he sacado del mundo, por eso os odia el mundo.”
De hecho, versículos antes del evangelio del domingo, encontramos una advertencia (Mc 13,22): “Porque se levantarán falsos mesías y falsos profetas y harán señales y prodigios para inducir a error, si fuese posible, aun a los elegidos.”
Seamos consecuentes con nuestra fe, o somos cristianos o no somos cristianos. Seamos consecuentes con la realidad social, desde un punto de vista realista, no ideal. Al menos, no hagamos decir a Jesús cosas que nunca dijo.
Que la próxima celebración de Cristo Rey nos permita reflexionar acerca de la verdadera realeza social de Jesús. No es un evangelio de la ternura, sino de la lucha por la verdad. No ha venido a traer paz social según el “flower power” del mundo, sino la paz que es la “tranquilidad del orden” de San Agustín: instaurar todas las cosas en Cristo.