¿Qué hace mi ángel custodio?

Santo Tomás de Aquino (S. Th. I, 113)

1.       Ángel de la Guarda, dulce compañía

(I, 113,4) “El hombre se encuentra en la vida presente como en un camino por el que ha de marchar hacia su patria. En este camino le amenazan muchos peligros, tanto interiores como exteriores, según aquello del Sal 141,4: En la senda por donde voy me han escondido una trampa. Por eso, así como a los que van por caminos inseguros se les pone guardias, así también a cada uno de los hombres, mientras camina por este mundo, se le da un ángel que le guarde. Pero cuando haya llegado al término de este camino, ya no tendrá ángel custodio, sino que tendrá en el cielo un ángel que con él reine, o en el infierno un demonio que le torture.”

“unos creen que los ángeles custodios se asignan a los hombres al momento de ser bautizados, y otros que al momento de nacer. Por esta segunda opinión se inclina Jerónimo, y no sin razón. Ciertamente que los beneficios conferidos por Dios al hombre en cuanto que es cristiano, comienzan desde el momento del bautismo, como el poder recibir la Eucaristía y otros semejantes; pero los que Dios le otorga en atención a su naturaleza racional, se le confieren desde el momento en que, al nacer, recibe la naturaleza.” Desde que nacemos tenemos un ángel custodio.

2.      ¿Te cuesta entender las verdades de la fe? Pídele a tu ángel

Iluminar significa “manifestar una verdad divina”. Y ya que ellos son superiores a nosotros por ser espirituales están entre Dios y nosotros, Dios nos transmite sus verdades a través de ellos.

 (I, 112, 2) “…es modo de obrar de la Providencia divina, no sólo respecto de los ángeles, sino de todo el universo, gobernar las cosas inferiores por las superiores.” (I,111,1) “los hombres, que son inferiores a los ángeles, son iluminados por éstos, como los mismos ángeles inferiores son iluminados por los superiores.”

Incluso, no solo es que te ayuden a tener ideas acerca de la fe, sino que en concreto te ayudan a saber cómo aplicarlas. (I, 111, ad 1) “…los hombres son iluminados por los ángeles no sólo acerca de las cosas que deben creer, sino también sobre las cosas que deben practicar.”

3.      ¿Te falta fuerza de voluntad? Pídele a tu ángel

(I, 111, 2) “La voluntad del hombre puede ser movida de dos modos.” Desde dentro, solo Dios puede moverla así porque es solo Él quien nos da la naturaleza, quien ha creado nuestra voluntad. Esa voluntad que naturalmente se va detrás de lo que ama. Desde fuera, sí puede ser movida por el ángel de dos formas: ya que “nadie ama lo que no conoce”, el ángel se encarga de ponernos buenas ideas en la inteligencia, de que conozcamos para que amemos. Nos persuade de que hagamos eso bueno que sabemos que tenemos que hacer, mostrándolo como verdaderamente bueno. Incluso, puede mover nuestra voluntad a través de nuestro apetito sensitivo (concupiscencia e ira). Como cuando uno entra en cólera y “quiere” matar a otra persona o rechazar una tentación por temor a ofender a Dios.

4.      ¿No sabes que decisión tomar? Pídele a tu ángel

(I, 113, ad 1) Por medio del libre albedrío puede el hombre evitar el mal hasta cierto punto, pero no indefectiblemente; porque sus múltiples pasiones le debilitan el afecto hacia el bien. Asimismo, el conocimiento universal de la ley natural que posee el hombre naturalmente, le encamina también de algún modo hacia el bien, pero tampoco indefectiblemente, porque, al aplicar los principios universales del derecho a los casos particulares, sucede que comete el hombre muchos errores. Por lo cual se dice en Sab 9,14: Inseguros son los pensamientos de los mortales, y nuestros cálculos muy aventurados. Por eso se hizo necesaria para el hombre la custodia del ángel.

5.    Mucho más la Reina de los Ángeles

Si Dios nos ha dado con tanto amor estos seres espirituales para que nos cuiden durante toda nuestra vida ¿con cuánto más amor nos habrá dado a su propia Madre? ¿Y con cuánto amor esta Madre nos cuidará? Nunca dudemos de las ayudas de Dios, agradezcamos a nuestro ángel de la guarda todos los días y pidámosle que nos ilumine y proteja en cada acción.

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